7/11/2019
A finales de octubre de 2019, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional tuvo un aumento del 0.1 por ciento para el tercer trimestre del año. Sin embargo, en el comparativo anual esto significó una caída de 0.4 por ciento.
Este dato también representa la primera vez en que la economía mexicana experimenta una contracción desde finales de 2009, en aquel entonces, sumida en la crisis que desató el crack mundial de los mercados en 2008.
Como consecuencia, analistas y expertos ajustaron sus perspectivas de crecimiento a la baja, y el consenso es que no habrá crecimiento económico para el país en este año. Incluso, a fines de noviembre el Banco de México (Banxico) revisó a la baja su previsión de crecimiento del PIB a un rango de -0.2 a 0.2%.
Ante esto, actores de la iniciativa privada como José Luis de la Cruz, director del Instituto para Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), afirmaron que los sectores productivos “están en fase recesiva” de manera generalizada, e hicieron un llamado a que se apliquen medidas contracíclicas emergentes para revertir la desaceleración.
¿De qué manera el gobierno de Andrés Manuel López Obrador buscará fomentar la reactivación económica en 2020, particularmente en el sector industrial?
Planes de infraestructura
Antes de darse a conocer la estimación del PIB del INEGI, la administración federal ya había lanzado un paquete de 873 licitaciones por más de 8 mil 700 millones de pesos (mdp), recursos enfocados a impulsar al sector de la construcción a través de obras de carreteras, en asociación con el sector privado.
Así, la inversión general en infraestructura de comunicaciones y transportes, contemplada dentro del Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020, suma en total 34 mil 462 mdp.
Adicionalmente, a principios de octubre trascendió que el llamado Plan Nacional de Infraestructura –a realizarse también con apoyo de la IP– incorporará una cartera de mil 600 proyectos de inversión, con un monto calculado en 450 mil mdp.
En cuanto a los proyectos prioritarios del Gobierno federal para el desarrollo económico, los dos rubros más importantes son:
1. Rescate al sector energético. Las empresas productivas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad, recibirían un gasto conjunto de 979.8 mil mdp, un 5.2% más en términos reales respecto a lo aprobado en 2019. Se incluyen los proyectos de rehabilitación de refinerías y construcción de una Nueva Refinería de Dos Bocas.
2. Desarrollo de proyectos regionales. Son varios, incluyendo: 9 mil 324 mdp que se destinarán a la integración del Sistema Metropolitano Aeroportuario (que contempla al Aeropuerto de Santa Lucía); 3 mil 195 mdp para el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; 3 mil mdp para el Tren Interurbano México-Toluca; 2 mil 500 mdp para la construcción del Tren Maya, millones de pesos, y 500 mdp para la ampliación de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.
¿Hay signos de mejora?
Aunque los analistas tienen expectativas bajas de crecimiento para el 2020 (la última encuesta de Banxico previó una tasa del 1.21% del PIB, por debajo del estimado de la Secretaría de Hacienda de entre 1.5 y 2.5%), el experto Gabriel Casillas ve tres señales de optimismo en el horizonte:
1. PIB inercial. Dado que la economía prácticamente no creció en 2019, el efecto de base de comparación del PIB será positivo. Además, y al haber pasado el primer año de la nueva administración, la ejecución del gasto y la inversión pública serán más rápidas, y se reactivarán proyectos de inversión por una mayor confianza empresarial.
2. El año bisiesto. Históricamente, se agregan 0.26 puntos porcentuales al PIB.
3. Incremento de la producción petrolera. Pemex “apagó” pozos petroleros maduros que podría reactivar y que le ayudarían a incrementar la producción actual de 1.7 millones de barriles al día, a 1.9 millones de barriles de petróleo diarios en 2020.
Inmerso en este ciclo, el mercado de inmuebles industriales ha mostrado un comportamiento estable, ya que el inventario nacional registró una tasa de crecimiento de 5.4% en promedio anual en la última década.
Además, y contrario a lo que revelan unas tasas de absorción y de disponibilidad a la baja, la confianza de los inversionistas mantuvo el precio de salida por metro cuadrado en $4.37 dólares al mes a nivel nacional, según un reporte al primer semestre de 2019 de JLL.
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