Cumbre Norteamérica: hoja de ruta para una cadena de suministro regional
7/12/2021Ante las vulnerabilidades de la cadena de valor global que quedaron expuestas por las tensiones comerciales y la pandemia de COVID-19, México, Estados Unidos y Canadá se comprometieron a fortalecer las cadenas de suministro de América del Norte mediante la creación de un mecanismo de coordinación trilateral.
Así quedó plasmado en la declaración conjunta de la Cumbre de Líderes de América del Norte 2021, que se llevó a cabo el 18 noviembre pasado y donde también se acordó “alinear las definiciones de industrias esenciales” para minimizar futuras disrupciones.
En este artículo revisamos el posible mapa de ruta que podría seguir la integración de una cadena de suministro regional, dado el contexto geopolítico y las realidades de los sectores industriales de cada uno de los países involucrados.
Cadenas de suministro confiables y cercanas
Como resultado de la Cumbre, los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro Justin Trudeau reconocieron que la región necesita “cadenas de suministro resistentes, sustentables, diversas y seguras para garantizar nuestra prosperidad y seguridad económica”.
Y como aliados y socios de Norteamérica que comparten valores y prioridades, los mandatarios buscan “unir esfuerzos en tecnología, desarrollo económico, cadenas de suministro y competitividad en sectores prioritarios”.
Así, el objetivo principal del mecanismo trilateral será proteger aspectos interdependientes (como la seguridad energética o el flujo de componentes y de unidades terminadas en la industria automotriz), a fin de mejorar la capacidad de respuesta regional ante desastres y emergencias internacionales.
📸La más alta prioridad de la región es manejar y terminar la pandemia de COVID-19, y generar una recuperación económica verde, equitativa e inclusiva, así como promover la equidad de género, racial, étnica y social para beneficio del capital humano de la región.
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) November 19, 2021
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“Tenemos el objetivo común de hacer que las cadenas de suministro sean más confiables a medida que buscamos acercarlas a casa”, señalaron.
Esto se alinea con las acciones que han tomado en los últimos años las empresas globales para mitigar riesgos en su proveeduría, siendo una de las más importantes el nearshoring en México que implica el traslado de la producción a países cercanos al mercado objetivo, en este caso, Estados Unidos.
Otros puntos clave de la reunión y que se relacionan con el bienestar y la productividad de Norteamérica fueron:
- Reforzamiento a la cadena de suministros médicos mediante la exploración de nuevas vías para fabricar en la región insumos de salud pública y más componentes de vacunas (para terminar la pandemia de COVID-19).
- Respeto irrestricto a los derechos humanos de los trabajadores y erradicación del trabajo forzado.
- Combate a productos falsificados y pirateados.
Desencuentro y oportunidades del sector automotriz
Previo a la Cumbre, el tono contencioso lo puso Joe Biden al proponer una iniciativa de ley que otorgaría créditos a los ciudadanos estadounidenses que quieran comprar vehículos eléctricos (VE) fabricados en su territorio.
Aunque todavía no es un hecho, esta medida iría en contra de lo establecido en el Tratado México-EUA-Canadá (T-MEC) al ser considerada una especie de “susbsidio disfrazado de apoyo a los consumidores”. Así, se esperaba que Trudeau y López Obrador presionaran al demócrata, lo cual no ocurrió.
Pese a este potencial punto de tensión, la realidad es que la cadena del sector automotor en Norteamérica está tan profundamente integrada que se estima que cientos de proveedores colaboran en la fabricación miles de autopartes, mismas que cruzan 7 u 8 veces las tres fronteras antes del ensamblado final.
Así, Trudeau y su gabinete seguirán cabildeando para que Canadá se convierta en el proveedor más importante de minerales que utilizan las armadoras de la región para fabricar baterías y unidades VE.
En tanto México, que hoy se ubica como la principal fuente de autopartes de los EUA, aspira a sustituir las importaciones asiáticas. Esto ha derivado en que fabricantes chinos estén buscando establecerse en los parques industriales del país, a fin de seguir sirviendo al mercado estadounidense y aprovechar las disposiciones T-MEC en contenido de valor regional.
En resumen, la cadena de suministro de Norteamérica favorecerá no solo un mercado más integrado y cooperativo, sino también permitirá a la región hacerle frente a una potencia como China que, como dijo el presidente López Obrador, en los últimos 30 años ha logrado dominar el 14,4% del mercado mundial contra el 13% de los socios del T-MEC.
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