15/12/2020
Con el confinamiento y el distanciamiento social por la pandemia de coronavirus, el alza de las compras online aceleró el viraje de las empresas de retail hacia el mundo digital, a fin de aprovechar los beneficios que las plataformas de comercio electrónico aportan tanto a grandes almacenes como a pequeñas y medianas empresas (pymes).
Muestra de este “boom” son los resultados de la campaña de ventas en línea Hot Sale, que en su edición 2020 (de mayo a junio) registró ventas totales por 20 mil 155 millones de pesos (mdp), un crecimiento de 158% comparado con 2019.
Esta situación también sacó a la luz los desafíos que plantea la digitalización para México, como el impacto en la disponibilidad de espacios logísticos y de última milla (el punto más cercano entre el centro de distribución y el cliente final), a fin de cubrir las expectativas de los consumidores online de recibir sus mercancías de forma rápida y segura en su hogar.
Ante esto, la Cámara de Comercio (AmCham) de los Estados Unidos publicó recientemente una serie de análisis sobre las implicaciones del renovado Tratado México-EU-Canadá (T- MEC) en distintos rubros estratégicos para el crecimiento de la región. En este artículo revisamos algunos retos que nuestro país debe superar para apalancar las ventajas del Acuerdo en temas de comercio digital.
Ejes del e-commerce en el T-MEC
Con la entrada en vigor del renovado el acuerdo comercial, dependencias de gobierno como la Secretaría de Economía han destacado en varios foros su importancia como instrumento para que diversos sectores económicos que realizan operaciones electrónicas puedan desarrollarse en esta área.
Esto es así dado que, en el Capítulo 19 del T-MEC sobre Comercio Digital, los tres países acordaron establecer nuevas disposiciones en la materia, con objetivos como:
- Propiciar el crecimiento económico.
- Generar oportunidades de desarrollo, especialmente para las pymes.
- Contar con marcos jurídicos adecuados que promuevan la confianza y seguridad del consumidor.
- Evitar barreras innecesarias al comercio que se realiza a través de medios electrónicos.
- Crear un entorno para generar e impulsar la innovación de contenidos, productos y servicios digitales de alta calidad.
- Fortalecer la cooperación en América del Norte a través de mecanismos y lineamientos enfocados a elevar la competitividad del entorno digital.
En suma, este apartado lo que busca es brindar certidumbre legal y confianza a inversionistas, prestadores de servicios, empresas y consumidores de los tres países, a fin de crear un ecosistema digital donde estos actores puedan interactuar de una manera eficiente y certera.
Demanda e inversiones en espacios logísticos
En artículos anteriores de este blog ya hemos hablado sobre el impacto combinado que la emergencia sanitaria por el COVID-19 y el comercio electrónico ha tenido en el mercado de inmuebles industriales. Y si a esto agregamos el factor T-MEC, el asunto se torna complejo.
Y es que, bajo el entorno actual de incertidumbre, las empresas han enfrentado diversos retos de adaptación y respuesta. En el caso de los espacios logísticos, esto se tradujo en una baja disponibilidad en áreas cercanas a grandes urbes como la Ciudad de México.
“Se ha visto una mayor demanda de propiedades un poco más grandes en mercados aledaños para atender los inventarios y almacenarlos. Las naves industriales de estas características (…) tienen tasas de disponibilidad desde 0% –es decir, que están completamente llenas– hasta 7%, que siguen siendo bastante sanas”, explicó José Carlos Alemán, CEO de SiiLA en entrevista con Expansión.
Por otro lado, la firma de consultoría inmobiliaria señaló que, durante el segundo trimestre del año, las ventas digitales de las 6 empresas de retail que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores crecieron 140%, mientras que las ventas en piso cayeron un 45%.
Como resultado, se ampliaron las inversiones en espacios de logística y comercio electrónico en el país, con ejemplos como Amazon que, al inaugurar dos nuevas instalaciones en Guadalajara y Monterrey, aumentó su red a 5 centros logísticos. O la tienda departamental Liverpool, que actualmente construye su nueva plataforma logística con un costo aproximado de 9 mil mdp en el parque industrial Arco 57, a las afueras de la CDMX.
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Los 3 retos de México en el e-commerce ante el T-MEC
En su artículo titulado “Nueva era de comercio electrónico para la región”, Mario de la Cruz, presidente del Comité Innovación y TICS de AmCham México, destacó que el comercio electrónico nació, se desarrolló y lideró la innovación durante el periodo que estuvo en vigor el anterior tratado de libre comercio de Norteamérica (TLCAN).
Así, con la facilitación a las transacciones electrónicas por las disposiciones del TMEC, el experto consideró que México tiene que “apostar por una política digital amplia que impulse la digitalización de las empresas nacionales”. Para lograrlo, De la Cruz señaló que los tres principales retos a superar son:
1. Fortalecer la ciberseguridad. Se deberán aplicar esquemas legales efectivos, a fin de dar certidumbre tanto a las operaciones electrónicas como a la protección de información personal, aumentando así la confianza del consumidor de que sus datos estarán seguros.
2. Mejorar las cadenas logísticas. Los expertos prevén que el T-MEC impulsará la relocalización de industrias manufactureras (a través de estrategias de inversión como el nearshoring en México) y elevará el potencial de exportación de compañías tanto nacionales como extranjeras.
Para ello, se requiere un trabajo conjunto entre gobierno, sector privado, academia y sociedad civil para garantizar que las inversiones logísticas y productivas en México tengan todas las condiciones para crecer, con seguridad, incentivos y planificación para integrar cadenas de distribución digitales y sustentables.
3. Incrementar el nivel de acceso a servicios de telecomunicaciones y financieros. Las disposiciones del T-MEC en materia de comercio digital (junto con las de otros acuerdos y organizaciones de las que México forma parte) urgen al gobierno a invertir en apoyos, infraestructura y mecanismos para fomentar la inclusión de pymes y emprendedores en la economía digital, así como para reducir la brecha digital entre la población.
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