11/10/2022
Desde finales de 2019, e impulsado por los efectos de la pandemia de Covid-19 y las medidas tomadas para afrontar esa situación en todo el mundo, los hábitos de consumo globales cambiaron.
México no es un país ajeno a esa realidad y el dinamismo de las actividades en el país se vio afectado por las consecuencias de las disrupciones registradas en cadenas de logística de todos los sectores comerciales.
Como en el resto del mundo, cobró fuerza definitivamente la tendencia de los clientes a optar por los medios electrónicos de compra y apostar por la tecnología como un aliado para satisfacer sus necesidades fundamentales (y al mismo tiempo, prácticamente la totalidad de sus requerimientos).
La respuesta del sector comercial y los operarios de distribución y logística pasaba por adaptarse a esta nueva manera de concebir las actividades cotidianas por parte de la población. El e-commerce ya no sería una opción adicional: las plataformas electrónicas se convirtieron en las principales vías de consumo.
Ya hemos presentado material acerca de las nuevas tendencias de compra en este sentido, y las innovaciones que ha exigido esta nueva etapa. También analizamos con anterioridad los requisitos de los centros de distribución para adaptarse al cambio en las dinámicas, e incluso cómo es la adaptación de naves industriales para empresas de logística.
La ubicación, un factor diferencial
La situación de aumento de la demanda era un fenómeno que cabía esperar en regiones cercanas a grandes urbes, como sucede en el Estado de México, la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, por mencionar áreas densamente habitadas. Sin embargo, no deja de sorprender cómo todos estos factores se han combinado en un empuje de la demanda de instalaciones industriales destinadas a la distribución en diferentes ciudades del país.
Más allá de los grandes centros poblados, hay un punto adicional que ha visto su sector industrial ampliamente favorecido por el fenómeno del e-commerce: el Bajío y, específicamente, el parque industrial en Guanajuato.
El comercio electrónico está provocando un cambio en los planes de desarrollo industrial en la región, porque se ha hecho evidente que la zona funciona como un enclave estratégico para las operaciones de empresas de retail, tiendas departamentales y las empresas vinculadas de una u otra forma con las ventas en línea y la distribución.
Según información del portal Solili con base en informes de Newmark, la previsión es que para 2026 el comercio electrónico crecerá 226%, para representar 58% de las ventas minoristas en México. Newark proyecta sus cálculos con base en la actividad de compañías como Mercado Libre y Amazon en Guadalajara y León.
Adaptaciones a una modalidad de comercio incipiente
Aunque el comercio electrónico y gran parte de las ventajas que ofrece ya existían antes de la situación global de 2019 y 2020, fue a raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus causante del Covid-19 cuando se perfeccionaron diferentes aspectos que impulsaron la confianza en su uso y la apuesta definitiva a esta modalidad por parte de la mayoría de los consumidores:
- Devoluciones sin costo ni preguntas.
- Obtención de productos con poca disponibilidad en tiendas físicas, sin costo de envío.
- Entrega en un plazo de 24 a 48 horas.
Una reconfiguración justificada para optimizar la distribución
La crisis sanitaria del Covid-19 hizo que fuera necesaria una reconfiguración de los esquemas de operatividad logística para cumplir con la distribución y entregas de productos. Así, los centros de distribución fueron divididos en diferentes categorías:
- Principales o centrales: concentran el almacenamiento de productos y suelen estar ubicados cerca de las grandes ciudades porque requieren superficies amplias, superiores a 20,000 metros cuadrados.
- Regionales: son utilizados en el recorrido final de distribución, por lo que se ubican en puntos centrales de un conjunto de localidades concentradas en una zona, sus dimensiones suelen estar entre 3,000 y 10,000 metros cuadrados; su función es recibir envíos de centros principales para crear rutas de entrega.
- De tránsito o de última milla: se ubican a una distancia corta de los compradores, por eso reciben el nombre “de última milla”; es donde se separan los envíos para el reparto y entrega final.
La necesidad de contar con centros regionales para cumplir con las demandas de las operaciones logísticas ha sido clave para que localidades como Querétaro, León y el propio Guanajuato sean testigos de un incremento en las solicitudes de bodegas y espacios industriales que ha impulsado los precios de estas instalaciones, dando un empuje al sector industrial de las diferentes ciudades.
En Frontier Industrial desarrollamos y trabajamos con infraestructura de la más alta calidad en las principales regiones del país, para impulsar el desarrollo industrial que permite el crecimiento de los diferentes sectores económicos de México, incluyendo el parque industrial en Guanajuato. Si buscas opciones para mejorar la operatividad de tu empresa, contacta a nuestros asesores y agenda una visita.
